Las Tierras Planas

Grabado anónimo de la obra de Flammarion 'L'atmosphère', 1888
«Un misionero medieval relata que ha encontrado el lugar donde el cielo y la tierra se encuentran…». Grabado anónimo del libro de Camille Flammarion L'atmosphère: météorologie populaire (1888).

Cualquiera que se haya detenido a mirar a su alrededor en medio del campo ha experimentado la sensación de estar parado sobre una superficie plana con una cúpula semiesférica encima. Por esto es que resulta contraintuitivo entender que estamos sobre un esferoide, aunque se comprende más fácilmente si tenemos en cuenta que se trata de un esferoide muy grande, tan grande que su curvatura no se aprecia desde donde nosotros estamos.


Modelo del Universo en el óleo de Jan Provoost 'Alegoría cristiana', siglo XIV
En este óleo del siglo XIV, lo que parece ser la
Tierra es una sphaera mundi, es decir una
representación del Universo, que por entonces
se creía que constaba de la Tierra (esférica) en
el centro y de varias esferas que la envolvían y
que contenían al Sol, a la Luna, a los planetas,
a las estrellas y hasta a las jerarquías angélicas.
Jan Provoost, Alegoría cristiana, óleo
sobre tabla, 1510–1515. Museo del Louvre.

La forma de la Tierra en la antigüedad

Dado que experimentamos a la Tierra como plana, no es raro que diferentes culturas hayan concebido al mundo inicialmente como un plano o como un disco. En Grecia fue así hasta la época clásica (siglos V y IV a.C.), en Medio Oriente hasta el período helenístico (300 a.C. al 30 a.C.), en la India hasta la época de los Gupta (entre 320 y 550 d.C.) y en China, insólitamente, hasta el siglo XVII.
En las Américas el concepto original del mundo contempla por lo general tres planos de existencia superpuestos horizontalmente, donde a la Humanidad le corresponde el del medio. Igual que en Europa y en Asia, este mundo tiene cuatro subdivisiones que corresponden a los puntos cardinales.

Llegados aquí debemos detenernos un momento para considerar una cosa: el concepto del mundo o del Universo puede tener un componente religioso o filosófico, por lo que tenemos que tener presente que algunas descripciones tradicionales tal vez no pretendan dar una idea del mundo físico tal como lo entienden la geografía y la cosmografía. La creencia tradicional china, por ejemplo, postulaba por razones estrictamente filosóficas que el cielo debía ser esférico y la Tierra cuadrada. Además, mientras que nosotros entendemos hoy por «el mundo» al planeta Tierra, en otras épocas este concepto pudo ser diferente, abarcando todo el Universo conocido o concebido.

El mundo clásico: las primeras Tierras esféricas

Volviendo a la forma del mundo físico, parece ser que la idea de que la Tierra es esférica nació en Grecia y se expandió progresivamente hacia el Este. Pitágoras, en el siglo VI a.C., fue el primero en plantearla, si bien no todas las escuelas filosóficas lo acompañaron inicialmente. Alrededor del 330 a.C. Aristóteles pesentó una demostración empírica de la esfericidad de la Tierra, mientras que la famosa demostración de Eratóstenes data del 240 a.C., aproximadamente.

En el siglo II a.C. el filósofo Crates de Malos, según nos cuenta Estrabón, creó el primer modelo de esfera terrestre. En este globo las masas de tierra estaban distribuidas en cuatro continentes separados por océanos, y Crates supuso que todos estaban habitados, incluso los dos que había colocado bajo el Ecuador. Esto más tarde derivó en uno de los quebraderos de cabeza medievales: ¿había gente caminando patas arriba en las Antípodas?

Sello de la Bula de Oro de 1356
En este sello de la Bula de Oro de
1356, el emperador Carlos IV sostiene
un globus cruciger: un modelo del
planeta esférico, similar al de Crates
de Malos, pero dividido en tres partes
(Europa, Asia y África) y rematado
por una cruz.

El Cristianismo temprano y la Edad Media

Con la difusión del Cristianismo en Europa, los puntos de vista acerca de la forma del mundo fueron puestos a consideración teológica. ¿Era la forma de la Tierra una cuestión teológicamente relevante? ¿Había que rechazar el modelo esférico por ser pagano? ¿Deducir la forma del mundo de las Escrituras?
Esta última opción fue explorada por el monje Cosmas Indicopleustes (547 d.C.), que basándose en los textos sagrados postuló que el mundo tenía la forma de un tabernáculo, algo así como una forma de cofre. Todo el cofre, excepto la base, es el cielo. La Tierra yace en la base rectangular y contiene las masas de agua y una pronunciada montaña. Esta montaña permitía que se hiciera la noche al pasar el Sol por detrás de ella. Posiblemente también permitía localizar allí al Jardín del Edén, del que se decía que debía estar más cerca del Cielo que el resto de la Tierra.

Mundo en forma de tabernáculo de Cosmas Indicopleustes
El mundo en forma de tabernáculo
postulado por Cosmas Indicopleustes.
Del Codex Sinaiticus Graecus (1186).
Sin embargo, contrariamente a lo que suele creerse, en los primeros tiempos del Cristianismo y en la Edad Media la gente instruida de Europa no concebía una Tierra plana, salvo raras excepciones. Ya en el siglo I Plinio el Viejo se había atrevido a declarar que nadie ponía en cuestión la esfericidad de la Tierra.

Algunas dudas acosaron a los cosmógrafos medievales todavía, como la cuestión de las Antípodas de Crates de Malos. Se dudaba de que el lado opuesto de la Tierra fuese accesible, porque para llegar allí había que cruzar la zona tórrida del Ecuador, que se creía imposible de franquear. Además, la gente de los continentes australes era inquietante: ¿de verdad caminaban de cabeza? ¿Descendían o no de Adán? Y si no descendían de Adán, ¿la salvación los alcanzaba o no?

El Renacimiento

Eventualmente las expediciones de exploración europeas cruzaron el Ecuador sin mayores daños y demostraron que sí había continentes habitados en la parte sur del planeta. Esto comenzó a fines del siglo XV con las travesías portuguesas a lo largo de las costas de África. Por esto es que a partir del Renacimiento la idea de una Tierra plana ya no se sostuvo. Las cartas de navegación debían tener las distancias correctamente asentadas a fin de permitir la exploración de los mares, y las distancias halladas eran consistentes con un mundo esférico.

Página de revista con mapa de la Tierra Plana de W.G. Voliva
Página de la revista Modern Mechanics and
Inventions de octubre de 1931 que muestra el
modelo de la Tierra plana de W.G. Voliva.
Este ofrecía un premio de 5000 dólares a quien
pudiese probarle que la Tierra era esférica.

El regreso de la Tierra Plana

De una manera absurda, la Tierra plana vuelve a postularse en pleno siglo XIX de la mano de literalistas bíblicos. Las fuentes que consulté mencionan casi exclusivamente a anglohablantes, lo que hace que me pregunte si no estoy ante un sesgo involuntario de parte de las fuentes, también anglohablantes. Pero es cierto también que el sector cristiano protestante tiende a contener iglesias literalistas.

La Sociedad Zetética

Mapa calculador de Gleason, c. 1895
Mapa calculador del terraplanista Alex
Gleason, c. 1895. Como el mismo mapa
declara, está basado en una proyección
realizada por otro cartógrafo y es
visiblemente el resultado de la proyección
polar de una Tierra esférica.
Del archivo de la Boston Public Library.
El primer terraplanista moderno es el escritor inglés Samuel B. Rowbotham (1816–1884), fundador de la «Astronomía Zetética» en 1849. Los fundamentos de Rowbotham y de sus seguidores eran bíblicos. La Tierra plana de Rowbotham era circular y estática, con el Polo Norte en su centro y la Antártida rodeando el perímetro del círculo, como un muro de hielo.

Tras la muerte de Rowbotham, en 1839 Lady Elizabeth Blount funda en Iglaterra la Sociedad Zetética Universal, la cual se respalda también en interpretaciones literales de la Biblia; edita un par de revistas terraplanistas hasta el año 1904.

Hacia fines del siglo XIX encontramos partidarios de la Tierra Plana, aparentemente no alineados con un movimiento mayor, en Estados Unidos y en Sudáfrica, lo que sugiere que la idea estaba bastante difundida y que se podía hacer proselitismo terraplanista sin necesidad de agruparse en asociaciones.

Afiche terraplanista de Charles K. Johnson
Este afiche con un mapa de
la Tierra plana fue
publicado por Charles K.
Johnson. Tiene el aspecto
de ser una copia del mapa de
Gleason (ver más arriba).

La Tierra plana de Voliva

En 1915, el predicador evangélico Wilbur Glenn Voliva aparece en Estados Unidos enseñando desde su comunidad utópica de Zion, Illinois, que la Tierra es plana. Su modelo de la Tierra era como el de Rowbotham.

El regreso de la Sociedad Zetética: la Sociedad de la Tierra Plana

En 1956 resurge la astronomía zetética de Rowbotham cuando el inglés Samuel Shenton funda la International Flat Earth Research Society, alias Sociedad de la Tierra Plana. A pesar de encontrarse en plena era espacial y de contemplar el lanzamiento de satélites y hasta alunizajes tripulados, esta asociación consigue reunir unos 3000 socios.
En 1972, Charles K. Johnson preside esta sociedad desde California y declara, entre otras cosas, que los alunizajes del proyecto Apolo fueron falsos.

La entidad declina en la década de 1990, pero en 2004 Daniel Shenton (sin relación familiar con Samuel Shenton) la revive bajo la forma de un foro de discusión online.


Mapa de la Tierra plana de Orlando Ferguson (1893)
Este mapa de una Tierra plana «cuadrada y estacionaria» (1893) sirvió para la promoción de un libro del profesor Orlando Ferguson, de Dakota del Sur. El fundamento de este modelo no tan plano es bíblico, como el de los otros modelos contemporáneos.

Tercera venida de la Tierra Plana

A partir de aquí, la Tierra Plana como modelo posible cobra impulso gracias a Internet. Puesto que es un fenómeno que estamos experimentando en este momento, no existen estudios extensos al respecto y se sospecha que los creadores de contenido viral y los aficionados a las teorías conspiratorias lo han puesto en marcha de manera no coordinada.
Dada la procedencia de los movimientos terraplanistas de los siglos XIX y XX, es razonable pensar que el fenómeno de los terraplanistas de Internet se origina en el medio anglohablante y se disemina a los hablantes de otros idiomas por traducción primero y luego a través de la creación de contenido original.

Algunos señalan como «patada inicial» del fenómeno de la Tierra Plana en Internet a un documento en formato PDF titulado «200 Proofs Earth is not a Spinning Ball» (‘200 pruebas de que la Tierra no es una pelota que da vueltas’), cuyo autor es el profesor de yoga estadounidense Eric Dubay. Este PDF de 35 páginas data de fines de 2014 y se basa en parte en material publicado previamente por la Sociedad de la Tierra Plana (Flat Earth Society).

La Tierra en proyección acimutal equidistante
A no confundirse: este es un mapa de
la Tierra esférica en proyección
acimutal equidistante, no un mapa
de la Tierra plana. El hecho de que
los mapas sean representaciones
bidimensionales y por lo tanto planas
crea un terreno dudoso que a veces
es utilizado por los terraplanistas.
El movimiento terraplanista actual tiene como característica curiosa que en general ya no invoca la autoridad de la Biblia, sino que simplemente sostiene que la ciencia está equivocada. Algunos de sus proponentes parecen estar haciendo de la difusión de estas ideas su medio de vida.

El modelo terrestre utilizado en esta oportunidad sigue siendo casi siempre el mismo de Rowbotham y Voliva: un disco plano con el Polo Norte en el centro y la Antártida a su alrededor formando un muro de hielo que se supone imposible de cruzar. El Sol y la Luna son objetos relativamente pequeños que orbitan a baja altura.
Con el tiempo se le han hecho modificaciones y añadidos al modelo, por ejemplo la solidez absoluta de la cúpula celeste, que nos mantendría atrapados en la Tierra y que hace imposible la exploración espacial (por lo que la carrera espacial y las imágenes de la Tierra obtenidas desde el espacio serían necesariamente un fraude). Tampoco es posible explorar los hielos antárticos, ya que se dice que hay centinelas militares que lo impiden.

Como es de imaginar, este modelo de la Tierra Plana no prevé la existencia de habitantes del Hemisferio Sur que puedan comunicarse con el público del Norte para intercambiar impresiones que derriben el modelo. Y como el modelo es anglocéntrico, uno de los últimos añadidos que se le hizo sostiene que Australia no existe.

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