Nombres científicos insólitos

Troquílidos (colibríes), por Ernst Haeckel (detalle)

En enero de 2008 publiqué este artículo en un blog donde se me había invitado a escribir, pero no pude ir más allá de un par de artículos porque me enfermé. Viendo que aquel blog ha «reciclado» y ampliado el artículo original sin mencionar mi nombre (todo bien; tampoco es que eso fuese un requisito), he decidido volver a publicarlo aquí.

¿Por qué necesitamos nombres científicos?

Nycticorax nycticorax
Para mí, esto es una «garza bruja».
Foto: Spaceaero2
El ave que vemos aquí a la derecha se distribuye en América desde Canadá hasta Tierra del Fuego y las Islas Malvinas; también vive en Europa, África y Asia.
Solamente en Latinoamérica recibe los nombres comunes de cuaco, guaco, bruja, zorro de agua, pájaro bobo, taiassu, tajasu guyra, pájaro cachi, garza chesché, garza solitaria, garza bruja, savacu, taquiri, dorminhoco, socó-dorminhoco, guacuru, gauda, y seguramente me estoy olvidando de unos cuantos.

Si el lector está en la Península Ibérica, esto es un martinete común… ¡o un amiltxori arrunta, martinet de nit, orval o garza da noite!

Imaginar la confusión que se produciría entre personas de diferentes regiones al tratar de referirse a este animal por el nombre común que ellos conocen…

En cambio, el nombre científico de esta especie de garza, Nycticorax nycticorax, es uno solo y el mismo para todo el mundo. Esto permite que los científicos que hablan diferentes idiomas puedan referirse a este animal en particular sin confundirlo con ninguna otra especie.

Carl von Linné, por Hendrik Hollander (1853)
Linneo durante su expedición a Laponia,
vestido al uso lapón y sosteniendo su
planta emblemática, la Linnaea borealis.
Óleo de Hendrik Hollander (1853).
Podemos probar lo efectivo que es este método. Vean los resultados de la búsqueda de «Nycticorax nycticorax» en Flickr: todas las fotos muestran al mismo animal, aunque fueron tomadas por fotógrafos de todas partes del mundo, que hablan diferentes idiomas.

Linneo salva las papas

Los nombres científicos fueron creados en 1758 por el biólogo sueco Carl von Linné —a quien en castellano llamamos Linneo—, para resolver los problemas de nomenclatura de las especies, es decir, de cómo nombrarlas. Por entonces toda persona instruida sabía latín y griego, por lo que los textos científicos se escribían en esos idiomas, a fin de que todos los estudiosos de la época pudieran entenderlos. Inicialmente, los nombres científicos se escribieron en latín o en griego por el mismo motivo: esos eran los idiomas que usaba la ciencia.

Linneo dio nombre a muchas plantas, animales y otros organismos. Lombricus terrestris, la lombriz de tierra común europea, todavía lleva el nombre que le dio Linneo, completamente en latín, y muy sencillo y descriptivo.

Y el hombre dio nombre a todos los animales (y a plantas, hongos, etc.)

Pero… como no hay ninguna regla que obligue a que los nombres científicos deriven del latín o del griego, últimamente se han registrado algunos insólitos.

Aquí hay unos cuantos ejemplos de nombres registrados en las últimas cuatro décadas. (El primer término de un nombre científico es el género, y el segundo la especie; al repetir un género lo abreviaré poniendo solamente su letra inicial, como es costumbre.)

  • Pachygnatha zappa (una araña). Según los biólogos belgas Robert Bosmans y Jan Bosselaers, quienes le dieron ese nombre, «la mancha de color gris oscura que se encuentra en la cara ventral del abdomen de la hembra de esta especie se parece extraordinariamente al legendario bigote del artista». (Frank Zappa, por supuesto.)
  • Bobkabata kabatabobbus (un copépodo parásito). Nombrado así en honor al parasitólogo Bob Kabata.
  • Varias moscas chupadoras de sangre del género Maruina: Maruina amada, M. amadora, M. cholita, M. muchacha, M. querida, M. chamaca, M. chamaquita, M. chica, M. dama, M. nina, M. tica y M. vidamia. (¡Todos los nombres son adjetivos y diminutivos afectuosos!)
  • Pericompsus bilbo (un escarabajo carábido). En alusión al personaje principal del libro El Hobbit, de J.R.R. Tolkien. Llamado así por el entomólogo Terry Erwin porque «era petiso, gordo y de patas peludas».
  • Adonnadonna primadonna (un microfósil silíceo). El nombre viene de un tema pop de los años 1960 de la banda Dionne & The Belmonts.
  • Bambiraptor (dinosaurio terópodo). Por Bambi, debido a su escaso tamaño.
  • Leonardo davincii (una polilla pirálida).
  • Agra dable (otro escarabajo carábido de Erwin).
  • Arthurdactylus conan-doylei (un pterosaurio brasileño). Llamado así por Dino Frey y David Martill en honor a Arthur Conan Doyle y en referencia a su novela El Mundo Perdido, en la cual un pterosaurio sudamericano es llevado vivo a Londres.
  • Abra cadabra (un molusco bivalvo). Lamentablemente ha pasado a ser sinónimo con Theora mesapotamica.
  • Psephophorus terrypratchetti (tortuga fósil del Eoceno). En honor a Terry Pratchett, en cuya serie de libros Mundodisco el mundo homónimo es transportado por una tortuga gigante.
  • Ytu brutus (un pequeño escarabajo acuático). Ytu es una palabra regional brasileña que significa «cascada».
  • Darthvaderum (un ácaro oribátido). Según el especialista Hunt, que lo registró así en 1996, el conjunto de las partes bucales del ácaro le hizo acordar inmediatamente a Darth Vader.
  • Varias moscas minadoras de hojas del género Ophiomyia: Ophiomyia prima, O. secunda, O. tertia, O. quarta, O. quinta, O. sexta, O. septima, O. octava, O. nona, O. undecima y O. duodecima. (¡Quién sabe por qué no hay una Ophiomyia decima!)
  • La cucaracha (otra polilla pirálida).
  • Varios trilobites del género Arcticalymene: Arcticalymene viciousi, A. rotteni, A. jonesi, A. cooki y A. matlocki. Llamados así en honor a los Sex Pistols.
  • Pheidole harrisonfordi (una hormiga). Llamada así por el entomólogo E.O. Wilson, en reconocimiento al compromiso del actor Harrison Ford por su participación destacada en la ONG Conservation International.
  • Draculoides bramstokeri (una araña). En referencia a Bram Stoker, el autor de la novela Drácula.
  • Orquídeas del género Dracula: Dracula chimaera, D. chiroptera, D. diabola, D. fafnir, D. gorgona, D. nosferatu, D. polyphemus, D. vampira, D. vlad-tepes. Estas orquídeas tienen un aspecto extraño y suelen ser en parte pardas, con pelos.
  • Salinoctomys loschalchalerosorum (rata vizcacha chalchalera). Según Mares, Braun, Barquez y Díaz, el equipo científico que la describió, se llama así «por el gran conjunto folklórico argentino “Los Chalchaleros”, en honor de sus 52 años cantando la música tradicional del oeste argentino, sus ambientes naturales y su historia».
  • Losdolobus (género de arañas brasileñas). Los investigadores Platnick y Brescovit, queriendo homenajear a un par de argentinos que habían colaborado con ellos, les pidieron que sugiriesen un nombre para el nuevo género, y estos propusieron «losdolobus». (Si alguien precisa una explicación, por favor deje un comentario.)

Addendum de 2016

Miguel Ángel Verde Valadez convirtió este artículo en una entretenida presentación de diapositivas.

La «lista madre» de nombres científicos insólitos está en el sitio Curiosities of Biological Nomenclature, de Mark Isaak. Según veo, la lista se actualiza cada cierto tiempo.

Con motivo del Día del Orgullo Friki del año 2011, Carlos Lobato blogueó también un artículo sobre nombres científicos curiosos, pero confeccionó una lista diferente. Para el 2014 publicó otro sobre organismos con nombres científicos relacionados con gente famosa.

Y para cerrar el artículo con Linneo:

Dibujo de Linneo sobre el género Andromeda
Dibujo de Linneo sobre el género Andromeda:
«Andrómeda. Ficticia y real; mítica y genuina; imaginada y retratada del natural.»
Es a propósito de Andromeda polifolia, una planta ericácea que Linneo encontró durante su expedición a Laponia de 1732, creando el género Andromeda para ella. (Me encanta cómo el monstruo marino que amenaza a la Andrómeda mítica se convierte en una lagartija en el dibujo de la planta.)

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